El Sabalero tuvo más chances de marcar y mereció la victoria en Santa Fe, pero el Arse resistió gracias a la gran actuación de Campestrini. El equipo de Sciacqua sufrió las expulsiones de Bastía y Fuertes en el final. Conformismo en el conjunto de Sarandí, que atesoró una unidad valiosa.
La primera fecha del Torneo Clausura 2012 se cerró con un empate sin goles entre Colón y Arsenal en el estadio Brigadier Estanislao López de Santa Fe. El Sabalero hizo el desgaste en ataque durante la mayor parte del partido, pero se frustró ante Campestrini y terminó en llamas por las expulsiones agónicas de Bastía y Fuertes.
Durante los primeros 10 minutos de juego, Arsenal fue levemente superior a partir de las apariciones de Carbonero por la franja derecha. Quedó claro que el equipo de Alfaro arrastraba tres semanas de competencia oficial en la Copa Libertadores. Sin embargo, el colombiano encontró pocos socios a la hora de avanzar y, paulatinamente, Colón logró tomar el protagonismo.
La apuesta de Sciacqua consistió en asociar en el toque a Graciani, Gracián e Higuaín, quienes debían abastecer a Fuertes. Con más ganas que efectividad, el Sabalero se impuso y fabricó dos chances claras de gol. El Bichi remató cruzado desde la izquierda a los 29, mientras que el Pipita derrochó un rebote de Campestrini ante un potente tiro de Prediger.
Arsenal amagó con abrir el marcador a los 2 del complemento, cuando Pozo se lució ante un cabezazo de Trombetta. Pero la temática no mutó: Colón fue más ambicioso, Higuaín mostró el camino y Campestrini agigantó su figura. Precisamente, el arquero del visitante fue el verdugo del Pipita a los 7 (cabezazo tras centro de Urribarri), 9 (remate desde fuera del área) y a los 17 (otro cabezazo luego de un envío de Gracián).
Luego, Colón bajó sensiblemente el ritmo y Arsenal se acomodó mejor. Chevantón y Costa entraron para cambiar el ritmo, aunque la defensa del equipo bonaerense los contuvo con éxito. En tiempo cumplido, el Sabalero se tiñó de rojo: Bastía y Fuertes fueron expulsados por Delfino en tiempo de descuento. El empate final no generó las mismas sensaciones: el Sabalero maldijo su falta de contundencia y el Arse atesoró el punto con sonrisas.
Durante los primeros 10 minutos de juego, Arsenal fue levemente superior a partir de las apariciones de Carbonero por la franja derecha. Quedó claro que el equipo de Alfaro arrastraba tres semanas de competencia oficial en la Copa Libertadores. Sin embargo, el colombiano encontró pocos socios a la hora de avanzar y, paulatinamente, Colón logró tomar el protagonismo.
La apuesta de Sciacqua consistió en asociar en el toque a Graciani, Gracián e Higuaín, quienes debían abastecer a Fuertes. Con más ganas que efectividad, el Sabalero se impuso y fabricó dos chances claras de gol. El Bichi remató cruzado desde la izquierda a los 29, mientras que el Pipita derrochó un rebote de Campestrini ante un potente tiro de Prediger.
Arsenal amagó con abrir el marcador a los 2 del complemento, cuando Pozo se lució ante un cabezazo de Trombetta. Pero la temática no mutó: Colón fue más ambicioso, Higuaín mostró el camino y Campestrini agigantó su figura. Precisamente, el arquero del visitante fue el verdugo del Pipita a los 7 (cabezazo tras centro de Urribarri), 9 (remate desde fuera del área) y a los 17 (otro cabezazo luego de un envío de Gracián).
Luego, Colón bajó sensiblemente el ritmo y Arsenal se acomodó mejor. Chevantón y Costa entraron para cambiar el ritmo, aunque la defensa del equipo bonaerense los contuvo con éxito. En tiempo cumplido, el Sabalero se tiñó de rojo: Bastía y Fuertes fueron expulsados por Delfino en tiempo de descuento. El empate final no generó las mismas sensaciones: el Sabalero maldijo su falta de contundencia y el Arse atesoró el punto con sonrisas.